
Horacio Salvatelli, delantero de Talleres, hizo la punta allá por 1917. A él corresponde el primer antecedente de un futbolista cordobés preso en ocasión de un partido de fútbol. Había repartido patadas a granel en un clásico ante Belgrano, hasta que a los 27 minutos del segundo tiempo, después de fracturar al arquero José Cardozo, la Policía intervino de oficio ante la pasividad del árbitro David Aird. Los uniformados ingresaron al campo de juego y se llevaron detenido al revoltoso jugador en medio de un escándalo de proporciones.
Salvatelli estuvo dos días en el calabozo y, luego de que los directivos de Talleres –entonces llamado Central Córdoba– pidieron a la Liga Cordobesa que interceda para su liberación, decidieron abandonar el ente rector ante la negativa de este para cualquier gestión. El episodio derivó en que meses después los albiazules se inscribieran nuevamente con su actual nombre.
Un mes “adentro”. Pero si de antecedentes durísimos se trata, ninguno tan notorio como el que protagonizaron el 22 de octubre de 1969 jugadores de Estudiantes de La Plata y Milan de Italia, por la final de la Copa Intercontinental. Fue una de las páginas más negras de la historia de ese torneo. Ramón Aguirre Suárez, entre otros, descolló como abanderado de la violencia. Al final de la “batalla”, el gobierno del dictador Juan Carlos Onganía, quiso aplicar una sanción ejemplificadora y mandó a prisión por 30 días a tres futbolistas del “Pincha”: Alberto Poletti, Eduardo Manera y Aguirre Suárez.
Diego también. Otro que tuvo que ir a la sombra fue Diego Armando Maradona, pero no por el recordado episodio de su detención por posesión de cocaína en Caballito, en 1991, sino 11 años antes. El 11 de junio de 1980, después de agredir a Rubén Freites, un chico de 16 años que le pidió un autógrafo, fue detenido en plena función del cine Atlas, en Buenos Aires, y pasó la noche en un calabozo. El detonante de la ira de Diego fue que el chico, después de mirar un ilegible garabato, le preguntó: “¿También querés cobrar por firmar autógrafos?”.
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